SOBRE MÍ

Desde muy joven sentí mucha curiosidad e interés por el comportamiento humano y las relaciones personales. Además, tenía la tendencia a ayudar a las personas que lo solicitaban y comprobaba que era gratificante para mí. Descubrí que tenía cierta facilidad natural para saber escuchar a los demás con atención y empatizar con ellos. La idea de poder dedicarme profesionalmente a ayudar a los demás fue adquiriendo mayor fuerza con el tiempo y me llevó a decidirme a estudiar Psicología.

La Psicología es muy amplia y abarca muchos tipos de problemas. Además, existe una gran variedad de modelos teóricos desde sus orígenes. Al respecto creo importante señalar que en mi trabajo utilizo como eje fundamental el Modelo Cognitivo-Conductual. Es la orientación psicológica con mayores garantías y con más respaldo científico a nivel internacional. Está muy enfocada en la solución de problemas, ofrece un esquema y una estructura a partir de los cuales poder entender lo que te ocurre y guiar el tratamiento psicológico para ello. Se focaliza en el presente y tiene en cuenta el triple sistema de respuesta (Emoción-Pensamiento-Conducta) para entender y explicar las conductas que generan malestar psicológico a la persona.

De forma conjunta, paciente y psicólogo definen el proceso terapéutico formulando los objetivos de la terapia, que constituirán las metas a conseguir. En el marco de este modelo, el paciente tiene que adoptar un rol activo en la terapia si quiere que ésta funcione. El psicólogo asume, entre otras, funciones de informador y educador y plantea nuevos caminos que el paciente irá recorriendo a su ritmo y con su supervisión continua.

De manera general, una terapia psicológica implica dejar de hacer y repetir lo que te genera problemas y malestar y aprender nuevas formas alternativas para conseguir tus objetivos. Además, hay que entender la terapia como algo temporal. Tiene principio y fin. Para mí, el tiempo y la salud son dos de las cosas más valiosas en la vida y por tanto, valoro muchísimo el tiempo dedicado a la consulta porque además del esfuerzo que hace el paciente en venir, mi propia autoexigencia me lleva a centrarme de pleno en la persona para sacar el mayor rendimiento y provecho a las citas y así ayudar cuanto antes. Las prisas nunca fueron buenas, tampoco en Psicología, pero las personas que acuden a una terapia psicológica lo están pasando mal desde hace tiempo y necesitan alivio y soluciones cuanto antes. Cada individuo es un mundo y es único. Del mismo modo, cada caso es diferente, aunque pueda compartir aspectos comunes con otros.

Es tu decisión. Cada día más personas demandan ayuda psicológica y comprueban sus beneficios. No sé si te conoceré, lo que sí sé es que si lo hago, pondré todos mis conocimientos, experiencia y empeño en ayudarte.